Las heladas que se reportaron en la madrugada del martes en gran parte de la región agrícola de la Argentina y que se repetirían el fin de semana afectarán al trigo del ciclo 2013/14, y esto generaría pérdidas de rendimiento en uno de los mayores exportadores mundiales del cereal, señalaron expertos climáticos.
Los mercados internacionales están atentos ante posibles recortes de la oferta de la Argentina, cuyas exportaciones de trigo están reguladas actualmente a los fines de garantizar el abastecimiento doméstico.
Las heladas son especialmente dañinas en momentos en que el cereal -ya golpeado desde hace semanas por una severa escasez de agua- comienza a encaminarse hacia su etapa de floración, cuando las plantas se tornan más vulnerables al clima extremo.
"La sucesión de heladas puede ser grave. Esta es una etapa de alta sensibilidad. Depende de lo adelantado que esté el desarrollo de cada lote", señaló Eduardo Sierra, asesor climático de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires a la agencia de noticias Reuters.
Según un reporte del Servicio Meteorológico Nacional, durante las últimas 24 horas se reportaron temperaturas de entre 0°C y -5°C, en gran parte de la provincia de Buenos Aires y en dos importantes distritos muy perjudicados por la sequía: Córdoba y el sur de Santa Fe.
En la temporada 2013/14, cuya siembra comienza en mayo, los agricultores argentinos dedicaron 3,4 millones de hectáreas al trigo, según datos oficiales. Inicialmente, el área prevista era de 3,9 millones, pero la falta de agua impidió sembrar algunas zonas, afirmó el Ministerio de Agricultura en su informe mensual de septiembre.
"En el sudeste de Buenos Aires, estas heladas no hacen nada de daño. Pero lo que se sembró en el núcleo triguero de Córdoba, Santa Fe, sudoeste de Entre Ríos y norte de Buenos Aires posiblemente no tenga los mejores rindes", explicó Germán Heinzenknecht, especialista de la Consultora de Climatología Aplicada.
"Toda esa zona está muy seca y los trigos que se pudieron hacer están exigidos, casi en nivel de sequía, justo cuando están entrando a su etapa de mayor demanda de agua", añadió el experto.
La escasez de lluvias que comenzó en agosto y se profundizó en septiembre está afectando principalmente a Córdoba y Santa Fe, la segunda y la tercera mayores provincias agrícolas del país, donde la sequedad de los suelos también está impidiendo el inicio de la siembra de maíz 2013/14.
En cambio, en el sureste de Buenos Aires -que concentra alrededor de la mitad de la producción argentina del cereal-, la mayoría de los campos de trigo están en condiciones óptimas de humedad.
Alivio
Si bien los expertos pronostican que el fin de semana llegarán lluvias para dar alivio a las resecas zonas trigueras del país, también se registrarían nuevas heladas, lo que pone en alerta al sector en momentos en que el cereal atraviesa una etapa clave de su desarrollo.
"El próximo fin de semana va a haber otra brutal helada. Así que es bastante posible que tengamos daños en trigo", afirmó Sierra.
Hacia el final de agosto se registraron varias heladas en el cinturón triguero de la Argentina, pero en esa ocasión el cultivo era demasiado joven para ser dañado. Pero ahora, cuando el cereal comienza a transitar su camino a la floración, las plantas se vuelven especialmente frágiles a las bajas temperaturas.
"Septiembre empieza a ser sensible a heladas porque comienza la parte reproductiva. Y octubre va a ser muy sensible a heladas", añadió el especialista.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés) calcula que en la Argentina se cosecharán 12 millones de toneladas de trigo en la campaña 2013/2014, desde los 10 millones registrados en la temporada anterior.